El sueño es un aspecto fundamental en la salud y el bienestar de los niños. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, un alto porcentaje de niños y adolescentes experimentan problemas de sueño. Por lo tanto, es importante que los padres comprendan las necesidades de sueño de sus hijos y tomen medidas para ayudarles a dormir adecuadamente.
El sueño tiene una influencia directa en varios aspectos de la vida de los niños, incluyendo su felicidad, estado de alerta, atención, rendimiento cognitivo, estado de ánimo, resiliencia, adquisición de vocabulario, aprendizaje y memoria. Además, en los niños pequeños, la siesta es importante para la consolidación de la memoria, la atención ejecutiva y el desarrollo de habilidades motoras.
También se ha demostrado que el sueño tiene efectos significativos en el crecimiento, especialmente en la primera infancia. Por lo tanto, es crucial que los padres se centren en la higiene del sueño, las rutinas apropiadas para la edad y la atención a cualquier trastorno del sueño para ayudar a sus hijos a dormir lo suficiente para crecer fuertes y saludables.
¿Qué sucede cuando los niños no duermen lo suficiente?
Como todos los padres saben, un niño que duerme poco puede oscilar entre ser gruñón e hiperactivo, con efectos que pueden imitar el TDAH La somnolencia también puede afectar la capacidad de su hijo para prestar atención, con ramificaciones en su desempeño en la escuela. Incluso la restricción mínima del sueño puede tener efectos en la vida cotidiana de su hijo.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), una cuarta parte de los niños menores de 5 años no duermen lo suficiente. Esto es preocupante porque la falta de sueño en la primera infancia se ha relacionado con la rinitis alérgica y problemas con el sistema inmunológico, así como ansiedad y depresión. También hay evidencia emergente de que la falta de sueño en la niñez puede conllevar futuros riesgos cardiovasculares en forma de obesidad, diabetes y presión arterial alta.
En los adolescentes, el sueño inadecuado puede tener efectos a largo plazo en el rendimiento académico y la salud La Asociación Médica Estadounidense, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos y la Academia Estadounidense de Pediatría consideran que la pérdida crónica del sueño en los adolescentes es un problema de salud pública. Es un factor de riesgo para el abuso de sustancias y problemas de salud mental, así como problemas más inmediatos como accidentes automovilísticos y lesiones deportivas.
